MITOS SOBRE LA LECHE
¡HOLA BLOGGER@S! 😝
En esta entrada hablaremos sobre el eterno mito si consumir leche de vaca en la edad adulta es bueno o malo para nuestra salud. Llevamos años escuchando y leyendo diversas opiniones acerca de la conveniencia o no de beber leche, como que los adultos no debemos hacerlo porque no la digerimos bien o incluso que nos envenena. Para analizarlo iremos mito a mito para que no queden dudas respecto a este tema.
1. La leche no alimenta: FALSO. Además de hidratos de carbono y una mínima proporción de grasas, la leche contiene vitaminas y minerales (en especial fósforo y calcio), su proteína y la mayoría de los aminoácido esenciales. Además, es fundamentalmente agua, lo que es de gran beneficio en nuestra dieta.
2. A los adultos no nos sienta bien la leche: INCORRECTO. Para analizar esto nos vamos a adentrar en la historia un poco. Después de la última glaciación, todos los seres humanos eran intolerantes a la lactosa, es decir, no sintetizaban lactasa. Pero hace alrededor de 11.000 años aprendimos a reducirla elaborando productos lácteos accesibles al consumo de la población. Y hace 7.500 años, una mutación genética provocó que produjésemos la enzima lactasa, lo que nos permitió empezar a consumir leche sin problemas. En la actualidad tras la expansión de este gen mutante, alrededor del 35% de la población humana es capaz de digerir la lactosa después de los 7 ó 8 años de edad sin dificultad alguna. En España la mayor parte de la ciudadanía tolera la lactosa.
3. Un intolerante a la lactosa no puede consumir nada de leche: FALSO. El umbral de tolerancia depende de cada individuo, y las diferencias pueden ser grandes. Hay intolerantes a la lactosa que pueden llegar a consumir varias tazas de leche al día sin que les ocurra nada. Es importante un buen diagnóstico, ya que hay personas que creen ser intolerantes sin serlo, o siéndolo transitoriamente.
4. El ser humano es el único animal que consume leche de adulto: INCORRECTO. Perros, gatos y roedores la beben si tienen ocasión. Sin embargo, los humanos poseemos un nivel suficiente para desarrollar la ganadería y pulgares oponibles para ordeñar, además del gen mutante para producir lactasa. Y que algo sea una característica propia de una sola especia no la convierte en antinatural.
5. Es mejor beber leche sin lactosa desde niños: FALSO. La producción de lactasa depende del consumo de lactosa. Al dejar de tomarla, es posible que el niño produzca cada vez menos lactasa hasta que llegue el momento en que le siente mal y se vuelva intolerante.
6. La leche completamente natural es el más saludable: FALSO. La leche contiene agentes patógenos (bacterias, mohos, protozoos, levaduras, etc.) y requiere un proceso de pasteurización para reducirlos, sin alterar sus propiedades, y que cumpla con las normas de seguridad alimentaria.
7. La leche aumenta el colesterol: MATIZABLE. La grasa láctea que ingerimos (4 gramos de cada ) incrementa el colesterol total, pero no el malo de forma significativa.
Además de todo lo nombrado, la leche neutraliza la acidez estomacal ya que es un alimento alcalino (pH 6.6). Tiene un efecto uricosúrico, que significa que facilita la eliminación de ácido úrico a través de la orina, ayudando a disminuir su valor en sangre.
Fuentes: http://www.andina.com.ec/prensa/conoce-los-10-mitos-sobre-la-leche-que-no-debes-creer
https://www.animalgourmet.com/2013/08/30/lo-que-callan-las-vacas-14-mitos-sobre-la-leche/
En esta entrada hablaremos sobre el eterno mito si consumir leche de vaca en la edad adulta es bueno o malo para nuestra salud. Llevamos años escuchando y leyendo diversas opiniones acerca de la conveniencia o no de beber leche, como que los adultos no debemos hacerlo porque no la digerimos bien o incluso que nos envenena. Para analizarlo iremos mito a mito para que no queden dudas respecto a este tema.
1. La leche no alimenta: FALSO. Además de hidratos de carbono y una mínima proporción de grasas, la leche contiene vitaminas y minerales (en especial fósforo y calcio), su proteína y la mayoría de los aminoácido esenciales. Además, es fundamentalmente agua, lo que es de gran beneficio en nuestra dieta.
2. A los adultos no nos sienta bien la leche: INCORRECTO. Para analizar esto nos vamos a adentrar en la historia un poco. Después de la última glaciación, todos los seres humanos eran intolerantes a la lactosa, es decir, no sintetizaban lactasa. Pero hace alrededor de 11.000 años aprendimos a reducirla elaborando productos lácteos accesibles al consumo de la población. Y hace 7.500 años, una mutación genética provocó que produjésemos la enzima lactasa, lo que nos permitió empezar a consumir leche sin problemas. En la actualidad tras la expansión de este gen mutante, alrededor del 35% de la población humana es capaz de digerir la lactosa después de los 7 ó 8 años de edad sin dificultad alguna. En España la mayor parte de la ciudadanía tolera la lactosa.
3. Un intolerante a la lactosa no puede consumir nada de leche: FALSO. El umbral de tolerancia depende de cada individuo, y las diferencias pueden ser grandes. Hay intolerantes a la lactosa que pueden llegar a consumir varias tazas de leche al día sin que les ocurra nada. Es importante un buen diagnóstico, ya que hay personas que creen ser intolerantes sin serlo, o siéndolo transitoriamente.
4. El ser humano es el único animal que consume leche de adulto: INCORRECTO. Perros, gatos y roedores la beben si tienen ocasión. Sin embargo, los humanos poseemos un nivel suficiente para desarrollar la ganadería y pulgares oponibles para ordeñar, además del gen mutante para producir lactasa. Y que algo sea una característica propia de una sola especia no la convierte en antinatural.
5. Es mejor beber leche sin lactosa desde niños: FALSO. La producción de lactasa depende del consumo de lactosa. Al dejar de tomarla, es posible que el niño produzca cada vez menos lactasa hasta que llegue el momento en que le siente mal y se vuelva intolerante.
6. La leche completamente natural es el más saludable: FALSO. La leche contiene agentes patógenos (bacterias, mohos, protozoos, levaduras, etc.) y requiere un proceso de pasteurización para reducirlos, sin alterar sus propiedades, y que cumpla con las normas de seguridad alimentaria.
7. La leche aumenta el colesterol: MATIZABLE. La grasa láctea que ingerimos (4 gramos de cada ) incrementa el colesterol total, pero no el malo de forma significativa.
Además de todo lo nombrado, la leche neutraliza la acidez estomacal ya que es un alimento alcalino (pH 6.6). Tiene un efecto uricosúrico, que significa que facilita la eliminación de ácido úrico a través de la orina, ayudando a disminuir su valor en sangre.
Fuentes: http://www.andina.com.ec/prensa/conoce-los-10-mitos-sobre-la-leche-que-no-debes-creer
https://www.animalgourmet.com/2013/08/30/lo-que-callan-las-vacas-14-mitos-sobre-la-leche/
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